DE CHICA A MUJER



  Hoy he cumplido 34 años, es una cifra que no me gusta, porque dejas de ser joven para la población general y para tí misma; si acaso una joven madura, por aquello de que aún no llegas a los 40 edad oficial de la mediana edad, pero es una etiqueta que empieza a quedarnos justa. Pesa como si te hubieran puesto una sotana, es duro ir perdiendo la juventud... Pero te hace tomar consciencia de ciertos aspectos de la vida, aún jóvenes por madurar.

Y es que hoy pasaré de chica a mujer, joven y atractiva, pero mujer; eso supone: dejar las paverías para las chicas, ¡al fín y al cabo no son todo inconvenientes! A una mujer se la reconoce más que a una chica, una mujer es una persona con un proyecto de vida serio, que no pierde el tiempo en choletadas, que mira las cosas de frente y las afronta, bien o mal, pero las afronta. Que es más consciente de ella misma y piensa menos en qué pensarán los demás. Una mujer tiene más secretos guardados q una niña, una mujer valora sus heridas de guerra y puede lucirlas orgullosa, porque sabe que lo único que cuenta es el presente. Una mujer sabe la proximidad del futuro, por ello lo valora más. Una mujer puede permitirse el lujo de disfrutar de su soledad. Una mujer exagera sus defectos y sus virtudes, porque sabe que eso es lo que la distingue del resto de las personas. Una mujer tiene el deber de ser menos materialista, menos frívola, y más apasionada... porque sabe que el tiempo es oro; y eso la enriquece como ser humano, la conduce a más velocidad por el sendero de las emociones, las ideas... la vida.