"LA SOCIEDAD DE LA NIEVE": DESCAFEINADA (5)



  Sin lugar a dudas será una excelente película, en lo que a técnica cinematográfica se refiere; pero como espectáculo, que es desde donde voy a enfocar mi crítica, (soy espectador), es una película fallida. Es de agradecer que el sr. Bayona huya de la hecatombe zombi, que trate de dignificar los actos de los personajes, (por si más de un espectador es un descerebrado); pero esa voz en off constante, tanto narrar lo que ya vemos... se me hizo cansino e innecesario. Una de las grandes virtudes del lenguaje fílmico es la capacidad de sugerir mediante imágenes, de hecho es lo que más lo define; por supuesto un buen guion es necesario, (aunque éste carece de realismo), pero ante todo la imagen debe impactar, sugerir... Y más en este tipo de temáticas, donde las palabras están de más. Somos ante todo seres visuales, la memoria recuerda antes la imagen que los nombres, (de ahí el tu cara me suena de algo...).

Volviendo al film... como dije, es de agradecer el afán del director por dignificar a los protagonistas; pero creo que les hubiera respetado, igualmente, permitiéndose el atrevimiento de imágenes más trágicas y truculentas, (puesto que el hecho, lo fue). Sin llegar al morbo, podría haber reflejado el acontecimiento real de la siguiente forma: imagen del "caníbal" (entiéndase el toque humorístico), decaído y cabizbajo, frente a un cuerpo sin rostro, (no se le ve la cara para preservar su intimidad); primer plano del "carnicero", rostro doliente y sin aliento: empieza la faena. Al compás de los hachazos, desfilan primeros planos de algunos rostros de los difuntos, (recordemos que están congelados, ni sangre ni putrefacción), aquellos que el director se encargó de presentarnos de modo más entrañable; paran los hachazos, dos rostros de cal más. Primer plano del doliente ejecutor, eleva la mirada en dirección al rostro del fallecido, (que seguimos sin poder ver): se derrumba sobre el cuerpo cercenado; deshecho en lágrimas... (puede decir "¡perdón perdón!" para que resulte aún más esclarecedor). Algo así, más heavy, a veces es necesario. También podría haber empleado el paisaje nevado y desolador, esas altas montañas llenas de aristas empinadas... para desarrollar el terror que, a la fuerza, debieron de sentir esos chavales. Un primer plano del protagonista, angustiado, mirando la estrellada noche y el rugir de las montañas; que murmulla al son de sus compañeros malheridos... 

Por otro lado, los actores son buenos, pero se echa en falta la presencia de auténticas estrellas, de actores carismáticos como en el biopic anterior "¡Viven!". Y en cuanto a la filosofía... sinceramente, por muy religioso que seas, se me hace difícil pensar que ante una decisión tan terrible, te preocupe más no ofender a Dios que convertirte en un monstruo... Más allá del conflicto moral sobre el bien y el mal, ¡¡debe ser psicológicamente devastador tener que vivir algo así!!, secuelas que durarán años... dudo mucho que, si bien el conflicto religioso también estuvo presente, fuera el más difícil de afrontar. Los diálogos son preciosistas, si no viera que están dentro de un avión desmantelado a bajos grados de temperatura, fabularía a un grupo de sesudos teólogos discerniendo en un lugar calentito entre puros y café. Ni un "¡joder tío que es el Charlie!", ni discusiones, (recordemos que son chavales menores de treinta solos en la montaña), o gritos fuera de los momentos donde, a la fuerza, han de gritar si son humanos. Y si queréis ver una escena realmente espectacular, y no morbosa, sobre accidentes aéreos: "El Vuelo", realmente impactante. 

  Y en definitiva, seguro que estaré siendo injusta con la nota y que artísticamente merece mucho más; pero como espectadora, esperaba irme a la cama con mal sabor de boca, preguntándome hasta qué punto vale la vida, remordiéndome la conciencia por no valorarla más... Y dormí plácidamente.


Crítica de Laura Gomila Domenech a "La sociedad de la nieve" [Puntuación: 5] - FilmAffinity



¿HASTA QUÉ PUNTO "LA AUTOESTIMA LO ES TODO"?

 

ES DE GRAN IMPORTANCIA, pero solo en la medida en que es necesaria para ser feliz y conseguir lo que quieres. Como un camino más para alcanzar tus metas; y digo uno más sí, porque no es el único...

Para centrar el tema en una sola faceta, pongamos lo laboral: ¿necesitaría el mismo nivel (si se puede denominar así) de autoestima para desempeñar bien su función, (sin saturar "la neurona"), un político que un cuidador canino...?, si nos alejamos del topicazo y el ejemplo incluye a DOS PERSONAS QUE HACEN LO QUE QUIEREN Y SON FELICES CON SUS PROFESIONES, E INDEPENDIENTEMENTE DE LA AUTOESTIMA QUE TENGAN AMBOS EN EL PUNTO DE PARTIDA; ¿necesitará el cuidador canino trabajar tanto su autoestima para sobrellevar su trabajo como el político, que tiene que lidiar con continuas críticas, trifulcas y hasta intentos de asesinato...? Al margen de que la autoestima sea algo positivo, que por supuesto lo es, el cuidador no requerirá centrarse tanto en ella para ser feliz con lo que hace; el político en cambio, se sentirá forzado a mantenerla o aumentarla para no hundirse en la miseria; el cuidador podrá aumentarla si así lo desea, pero no como un requerimiento para su salud mental, si no como una opción. Y así debiera ser siempre, eso sería lo ideal... no obstante, vivimos en una sociedad que nos bombardea cada día más con la necesidad de mejorarla constantemente, (un ejemplo las frases "positivas" whatsapperas), incluso diciéndonos con qué métodos, (si es que hay algún método efectivo fuera de las vicisitudes del día a día...); independientemente de quiénes seamos y de si en ése momento realmente nos es de utilidad invertir nuestro tiempo, (siempre limitado), y energías en métodos tan concretos. Y no es que este recordatorio constante sea algo nocivo en sí mismo, aunque en su lugar pudiéramos leer mensajes de otro calibre, (qué sé yo... recordatorios sobre cómo contribuir a mejorar el cambio climático), que nos recuerden lo necesarios que somos para el Planeta y, (por lo ende), mejore nuestra autoestima... pero tampoco contribuye Como si la felicidad no pudiera tener otras motivaciones que, por sí solas y sin necesidad de sesudos psicoanálisis, ya nos la aumentara de forma natural. De tal modo que las personas que se encuentran en un estado depresivo y se adhieren a esta llamémosle "filosofía" del autoamor como bien supremo, pueden focalizar más sus energías en mejorar esta cualidad que en vivir las cosas positivas de su vida, y en intentar solucionar el/los problema/s, real/es y tangible/s, que les llevaron a ese estado. Y diréis, sí, pero es que cualquier problema se soluciona más rápido si aumentas la autoestima; ¡¡desde luego!!, pero el problema de estas teorías de la "positividad", (que es a lo que yo me refiero), es que la desvincula de cualquier causa, como si éstas no existieran o carecieran de importancia y la autoestima fuera un ente independiente, que solo se obtiene con seguir cuatro pautas genéricas o leyendo tal libro de autoayuda, no superando tu realidad; produciendo una despersonalizando y desvalorización de las personas muy perjudicial que no solo rebaja la autoestima, si no que frivoliza nuestra vida y nuestras relaciones, banalizándolo todo. Lo puedo afirmar, no solo por lo que observo a mi alrededor, si no porque yo caí en esa trampa una temporada en que me ocurrieron cosas terribles, (que por supuesto no viene al caso contar por aquí), me vi totalmente sola, y no me quedó más consuelo que refugiarme en estas simplezas del "solo has de mejorar tu autoestima y ya"; como si la dificultad de esto no estribara, precisamente, en enfrentarte a los motivos que te llevaron a hundirte, si no en mejorar una cualidad que parece aleatoria y caprichosa, independiente de cualquier casuística externa a tu deseo. La muerte de un familiar, una agresión, una enfermedad terminal, una guerra... hay miles de causas que pueden hundir a una persona; y la gracia de esto es que "para aumentar la autoestima", has de "superar" éstas, ¡¡solo eso!!, ("pide y se te concederá" le dijo el hada a Cenicienta jejeje). Curiosamente muchas de las personas que tienen una autoestima elevada, es precisamente porque han tenido una vida bastante perra, no una existencia ideal, y no les ha quedado otro remedio que fortalecerse; tal vez muchas de ellas prefirieran ser más vulnerables y no haber tenido que vivir algunos acontecimientos, como haber perdido algunos seres queridos o sufrir una enfermedad terminal. Pues la autoestima que los predicadores del autoamor desean alcanzar, la que supone una independencia emocional y madurez mental a prueba de tanques, se obtiene a base de logros que han requerido de nuestra introspección, soledad, esfuerzo, y SUFRIMIENTO; no aprendiendo frases positivas o posturas zen (que relajan, pero poco más). Y todo lo demás son ínfulas de grandeza o desconocimiento de la propia vulnerabilidad por haber vivido en un entorno amable, (envidiable, por otro lado...). 


¡Y ojo no estoy diciendo que no sea importante el sentirse bien con uno mismo!, si no que esto ha de estar vinculado con nuestra vida, con nuestras decisiones, con lo que hacemos y amamos; no como una imposición social para encajar en una sociedad donde cada día tienen más presencia los retos virales, selfies, influencers (la misma palabra es una degeneración)... Porque, de no ser así, no estamos viviendo nuestra vida con total plenitud, y eso es mucho más triste que vivir en un estado "depresivo", pero real. Es realmente triste encontrarte con chavales jóvenes sin ningún problema grave más que los propios de esta crisis discusiones paternas... que valoran más su número de likes y "ser alguien", (y todo lo que la sociedad influencer asocia a una "alta autoestima"), que sus estudios,  hobbies, aquello que pueden llegar a hacer... Y hablo de chavales porque empiezo a tener mis años y caigo en estas cosas de "vieja" de "otros tiempos mejores" jeje, pero en verdad los de mi quinta y quintas superiores también nos hemos amoldado muy bien a esta sociedad de la autocomplacencia y positivismo de polvo de hadas; el otro día mismamente una conocida por facebook, muy guapa ella, tuvo la necesidad de subir su mejor foto sonriendo aclarando en comentarios: "¡¡siempre fuerte y positiva!!". Entenderme, no critico su acción en particular, todos necesitamos autoengañarnos en algún momento, (de hecho, es un mecanismo de defensa), pero si necesitamos hacerlo de este modo tan infantil es, en parte, gracias a esta ideología del positivismo y la felicidad como requisito para ser apreciados en esta vida idílica... que lanza sus tentáculos también en acciones aparentemente contrarias; como la de largar tus desgracias con orgullo, (no solo por desahogo), a diestro y siniestro (desconocidos). Ninguno  nos libramos completamente de esta filosofía del positivismo ramplón, pero ser conscientes de ello es un grado para no caer en exceso en el gilipollismo (palabra que creo que me acabo de inventar jeje). 

Nuestro estado de ánimo, sea "positivo" o "negativo", es nuestra respuesta natural ante lo que nos ocurre; el único medio que tenemos de saber, sin manipulaciones externas, qué nos interesa o qué no. ¿Cómo sabemos si una amistad nos conviene, por su nivel de popularidad y posición económica o por cómo nos hace sentir?, ¿cómo reconocemos que hemos de cambiar de rumbo en nuestra vida cuando aparentemente lo tenemos "todo", no será por ese comezón que nos chirría a pesar de todo...? No hay sentimientos negativos ni positivos, el estado de ánimo viene con nuestra vida, con nuestras decisiones y con quienes nos rodean; y lo que hay que mejorar, en todo caso, (y por decisión propia), es aquello que nos hace sentir mal, no juzgar el ánimo por sí mismo. 

El focalizar nuestra felicidad más en los estado de ánimo que en los motivos personales, (e intransferibles), que los generan, nos aleja de nuestra introspección, gracias a la cual buscamos motivos y soluciones; nos aleja de nosotros mismo y nos impide evolucionar como personas autónomas que somos. Nos aborrega, nos resta libertad. Los sentimientos son libres, la única libertad absoluta de la que en verdad disponemos; puesto que su resolución (en caso de que queramos sentirnos mejor, como suele ocurrir...) ha de pasar por adaptarnos y aceptar aquello que nos perturba; pero en sí mismo, el sentimiento... ¡¡es libre!!, no es "negativo" ni "positivo". Y si nos hace sentir pletóricos o indignos, igualmente es una consecuencia de algún motivo real de nuestra vida, particular,  que solo te atañe a ti; no una plaga social a erradicar. 

Y, en definitiva, que más importante que "la alta autoestima", la actitud positiva (etc etc) son los acontecimientos de TU vida, tus sueños, tus proyectos, lo que te importa, quiénes te importan, aquellos que te quieren, la suerte que tienes de vivir en un país con Seguridad Social (si es tu caso), o tu mala suerte si no tienes trabajo, o si esa persona que deseas pasa de tí... etc etc. La vida, en definitiva, es más importante que cualquier característica, allá sea positiva; porque son los acontecimientos los que nos llevan a necesitar de los medios para conseguirlos/mantenerlos (la autoestima), no al revés.



ODA A LA INSEGURIDAD

 


  La inseguridad personal es muy molesta, enlentece cualquier proceso... especialmente para quien la "padece" (jajaja), pero hoy en día cada vez tendemos más a malignizar esta característica personal (temporal o perpetua) hasta, en ocasiones, desvariar y hacer de ella la condición exclusiva del fracaso; gran tontería que provoca situaciones estúpidas en que muchas personas, basta no reconocer o reconocerse inseguras, adoptan todo tipo de posturas idiotas (envío de fotos selfies en que pareces feliz para que las vea todo Cristo, la necesidad de venderse constantemente en cualquier situación hayá estés frente a un gato...), en mi opinión el mundo está cada día más psiquiatrizado, en el mal sentido de la palabra, las enseñanzas de coach libros de autoayuda... están adquiriendo un sobredimensionamiento que antiguamente correspondía al fanatismo religioso, (hablamos siempre de extremos, de sectas y comecocos, no de religión y psicología) y, siempre en mi opinión, nos afecta a todos, y más de lo que creémos. Es por eso que, para contrarrestar y contrastar la tendencia triunfalista; me he propuesto ensalzar y exagerar los beneficios de la postura contraria: ¡la píldora mágica ahora es la inseguridad!, jejeje; y aunque no descubra nada nuevo almenos evitaré que, leyendo esto, más de un@ se haga autocrítica por su forma de ser, (la autocrítica es sana cuando nos replanteamos decisiones o acciones, no nuestro modo de ser). ¡Allá va!:


Inseguridad es otorgarte la oportunidad de concebir una alternativa en caso de error, desconocer hacia dónde virará el barco de tu vida; tal vez Estabul, tal vez Viena... Supone descubrir nuevas posibilidades, ¡ampliar tus horizontes!; positivismo, porque te brinda varias opciones a contemplar, y por lo tanto varias hipótesis a resolver: ¡¡te vuelve más creativo, más capaz...!! Un chaval que no tiene claro qué quiere estudiar tocará varios palos, sabrá de temas más variados, vivirá y conocerá situaciones más diversas, en esa búsqueda, imaginará más situaciones futuras y con ello se planteará más problemas a resolver, y alegrías que festejar... Nos permite no consolidarnos en exceso con nuestra opinión, de forma que, cuando con el tiempo ésta se modifica, no nos duele tanto el orgullo.

Es aprender a caminar sobre un puente quebradizo imaginario, ¡es una aventura sin peligros innecesarios!, (solo el masoquista se quiere dañar). Supone estar en contra de factores que se relacionan con la seguridad, como: echar raíces en un sitio, los malditos deberías... tomar demasiado en cuenta factores como la edad, la posición social, el estado civil... Inseguridad es no tener que decidir nada como definitivo, salvo cuando es desde el corazón (que no es enjuiciable); porque nada lo es. No sabemos si mañana estaremos vivos o muertos, si sufriremos un terremoto, si podremos viajar por el incremento covid; ¿tenemos que estar seguros de qué, exactamente...?

Inseguridad de cuál debe ser mi patria, solo donde resida mi cariño; inseguridad de mis verdades absolutas, para evitar la esclavitud ideológica y la manipulación; inseguridad de la importancia de la seguridad, para centrarme en el fondo de las cosas, no en la forma. Porque al terminar "el día", queden los recuerdos de lo que hicimos juntos, lo que conseguimos, lo que renunciamos... ¡aquello que se puede contar como una historia maravillosa!; porque un anciano en el ocaso de su vida da valor a lo que hizo, a lo que vivió, no si se sentía seguro o no en todos esos momentos... 



"AZUL OSCURO CASI NEGRO" DANIEL SÁNCHEZ ARÉVALO: SIN EL CASI (2)

 


  "Azul oscuro casi negro" es una aclamada película española, premiada como mejor dirección novel en los premios Goya (tampoco es que haya muchos), de temática social, que nos muestra la dura vida de dos hermanos de clase baja. El uno es el hijo "ideal": bueno de santidad, (para canonizarle), responsable, cuida de su padre discapacitado al tiempo que estudia y trabaja, por supuesto no sale de juerga ni de borrachera, ni busca novia, aún teniéndolo fácil, (pues además de la declarada prenda el muchacho es guapete...) porque está locamente enamorado de la vecina pija de arriba, que lo torera desde hace años; el otro es el "la mala hierva": "espabilado", "malo" (algún grado de maldad tendrá pasando años en el trullo), con la cabeza volada y para colmo feucho. Ambos viven sus insípidas vidas sin novedad hasta que se cruza en el horizonte una guapa presidiaria, (Marta Etura), con la que se ennovia el bala perdida en dos días. Así que bueno, ¡parece que alguien en la familia empieza a levantar cabeza...!, pues no, porque resulta que la muchacha está más interesada en quedarse embarazada que en otra cosa, y si su novio es estéril no le importa probar con el guaperas del hermano, y así se lo hace saber a su novio y él: ¡¡acepta!!; pero vamos a ver... ¿qué clase de hombre enamorado y más del carácter que se le presupone toleraría semejante disparate sin rechistar, por idiota que sea? Pues nada, se acepta porque es una película a fin de cuentas, así que echémosle imaginación... pero que no nos vendan que se trata de una película de denuncia social, es de género romanticón romanticón, está claro, de lo contrario cuál es la denuncia social aquí: ¿los presidiarios son idiotas y bonachones y las mujeres muy muy traidoras?

Pero oyes, de vez en cuando está bien ver una cosa idílica y bonita, así que una pone su empeño en echarle azúcar al pastel y esperar el happy end con un bote de helado al lado; pero te lo ponen realmente complicado cuando escuchas las conversaciones entre hermanos y descubres que ese gran amor... que siente el presidiario por la presidiaria, se debe a que ella es muy muy guapa y a que no se fijaría en él fuera de la cárcel. Con lo cual lo que podía ser bonito se transforma en patético y asqueroso, (amar a una mujer por su físico, menudo regalo de hombre); así que ya empieza a darte un poco por... ahí lo que le pase al presidiario, pero como has oído hablar maravillas de la película, sigues empecinada, esperando estar equivocada y que en algún momento te sorprenda; tal vez el canalla no sea tan tonto, tal vez el hermano aproveche lo que la vida le brinda, tal vez realmente haya alguna denuncia social o sea un thriller encubierto... y pasan los minutos, media hora... Y no todo sigue igual y es tan previsible como parece, si no que empeora, la narración se vuelve más pesada, los diálogos son un tostón, y cuando llega el happy end ni siquiera tienen un atisbo de esperanza, pues se supone que es denuncia social, y como es denuncia social hay que estar tristones durante todo el film (jajaja). 

Personajes planos y sin forma, puros monigotes, tanto los de los protagonistas como los de ellas, diálogos absurdos, leguaje cinematográfico simplón de andar por casa, "Aída" o "Los Serrano" estarán al mismo nivel; si existe algún mensaje de denuncia social, dados los acontecimientos, el único que se me ocurre es: "la vida es una mierda si eres un mierdas, da igual lo que hagas, la tragedia se lleva dentro y solo podemos disfrutar de las pequeñas cosas cuando lo conseguimos". Y para todo esto no es necesario aguantar este pestiño de hora y media, te bajas al bar a hablar con el típico cliente penas y de paso tomas una cervecita y haces amistad. Le pongo un 2 en apoyo al cine patrio, y porque igual me equivoco en lo del lenguaje cinematográfico y tiene alguna valía no apta para inexpertos. 




EL ARTE


  El Arte, si no existiera, tendría que inventarse, paradójicamente surgido de la mente necesitada de su magia... de la mente humana; ¿o es algo que procede de un ente Superior...? Poco importan las verdades absolutas en verdad, el arte es algo que está por encima de los errores de cálculo, o de los aciertos pormenorizados; es sensación de lo eterno, es la manifestación de la vida. Nos conduce, nos libera, nos hace sentir más grandes y confiar más allá de nuestro mundo finito. Se consigue con sudor, con esfuerzo, tal vez desde el dolor, porque es necesario mucho amor para transcender a su podio, mucha dedicación. Así ocurre con el ballet, un mundo de sacrificios y dureza tras las bambalinas, de horas de sudor de sacrificios y hambre, para que todo salga fácil, etéreo. Si no hay esfuerzo no hay Arte; pero no siempre es así, a veces sale de un arranque momentáneo, de un impulso apasionado... como en disciplinas menos férreas y técnicas, como el arte abstracto, o un mandala dibujado por cualquier aficionado al dibujo. Son categorías distintas, pero todo en este mundo se rige por categorías. En cualquier caso no le quita lo esencial, que es precisamente la esencia mágica que cada uno le da, dentro y fuera de este mundo; la trascendencia a "algo más". ¿Es algo subjetivo o acordado?, ¿individual o plural?, ¿es quien crea arte un artista?, ¿están todos los artistas de acuerdo con lo que el público considera su arte?; hace poco leí que el grupo Radiohead estaba bastante harto de la canción "Karma Police", uno de sus hits, y que a veces rehúsa volverla a tocar en público. Pero lo siento por su subjetividad, pero para gran parte de la población mundial su canción es arte. Y la complejidad de este término y su eterno "qué es" "por qué" es parte de su encanto, de su enganche, de su misterio. No se puede, no se debe, concluir científicamente sobre el arte, si no está por encima de lo racional y humano no es arte; si no sirve de escudo y ungüento contra la vulgaridad de la realidad, no es arte. No, tampoco es solo terapéutico, estoy totalmente en contra de ese servilismo de la "belleza", porque da una visión del mundo diferente, amplía sus fronteras, de cara al exterior e interior; el arte es un homenaje a la misma vida, (muerte, fealdad, alegría, día a día...), y por lo tanto un agradecimiento, un alejamiento de nuestras egocéntricas penurias o una visión diferente de las mismas. Algo generoso con uno mismo y con los demás, de ahí que suela ser compartido, o cuanto menos sirva para mirar la vida con amor, cuando no se comparte. Sea un cuadro feo (es bello homenajear a la fealdad) como tantos de Picasso, o una poesía surrealista que no busca convencer ni embellecer al autor; solo transmitir ese algo indefinible... creado a partir de pensamientos, talento, dolor, alegría o pasiones humanas. Porque nuestro mundo y nuestra humanidad son tan maravillosos y únicos que ninguna palabra o acto son suficientes para definirlos, y en esa admirable indefinición de pulso latente, nace y se desarrolla el arte. 

(Fragmento de ballet "El lago de los cisnes", solo se puede ver a través del pc porque mi blog ya es viejo y tiene tantos datos acumulados que según qué cosas no las deja subir por la app).





EL DÍA DE SANT JORDI Y EL DRAGÓN


  ¡Hoy es el Día de la Rosa y el Libro!, el día de Sant Jordi. Una festividad surgida del amor a una doncella y de la sangre de un dragón (buscar historia de Sant Jordi) que en Catalunya, especialmente, se celebra con gran fervor. Tal es así, que en algunos colegios, como mi cole Pedro Poveda, dejaban la tarde libre para organizar una merendola en la que participaban padres profesores y alumnos, donde se vendían rosas y libros, convirtiéndose los del curso superior en improvisados vendedores. Las madres hacían coca i chocolata, algunos niños su primera declaración de amor a la niña más guapa de la clase, comprando una rosa menos roja que el color de sus mejillas, siempre caía algún libro y aquel día, hacía más ilusión. Y entre todo este alegre festival los del periódico del cole, promocionado por los profes y algunos alumnos del curso superior, (que por aquel entonces se llamaban los de 8º de EGB o los casi hombres), se celebraba el certamen del relato de Sant Jordi, actividad en realidad obligatoria de cuyo premio no me acuerdo, pero que regalaba al premiado la oportunidad de leer en público su cuento o poesía en pleno salón de actos, (sí lo de regalo es ironía); en 6º de EGB fui la premiada de mi clase. Y hoy se me vino a la mente ese cuento infantil, de una niña muy niña (que le hubiera gustado por aquel entonces contar algo más "adulto", pero era el trabajo de clase) de once o doce años; una niña sensible y tímida como un caracol que odiaba las mates pero se le daba especialmente bien todo lo artístico, tocar la flauta, dibujar, y por aquel entonces empezando a descubrir mi interés por la escritura. Porque el día de Sant Jordi no es nada sin la historia de la princesa el caballero y el dragón, porque un libro es dejarse llevar por la imaginación, y no hay imaginación ni historia más pura que la de un niño; por aquí dejo (traducido) este sencillo relato de clase de catalán, (qué vergüenza que por aquel entonces supiera escribirlo más que ahora), que la srta Rosa nos hizo imaginar una tarde cualquiera de primavera, esperando la campana de las 17, la mamá y la merienda. 


LA MALA FORTUNA


En un pueblo de marineros vivía una niña que se llamaba Martina, era la hija de un pescador muy pobre y de una señora muy joven y poco responsable.

Martina, que era como un ser fuera de la familia siempre estaba triste y sola, hasta que un buen día se levantó de la cama espantada y vio una  figura de animal, persona o cosa que tocaba una triste melodía. Pero poco a poco se fue desvaneciendo y voló por los aires, como recuerdo suyo dejó una flauta de 2 metros de altura y 10 centímetros de ancho, Martina abrió la ventana y al ver que era oscuro se levantó y abrió la puerta rápidamente y fue a contemplar las estrellas. Pasados unos minutos cogió la flauta y tocó la misma canción que había tocado aquel espíritu. Cuando tocó la melodía el mar se alzó de súbito y en la arena escribió: "BUENA FORTUNA" y el mar fue bajando hasta un límite normal.

Martina cogió una moneada que tenía en el bolsillo y la tiró al mar.

Al día siguiente, día de la Rosa se levantó de buen humor y desayunó bastante rápido para tener tiempo de decir su secreto. Pero no le hicieron caso.

A la noche siguiente regresó al mar y la marea subió tanto, que el agua llegó a las casas, Martina cayó mar adentro arrastrada por unas fuerzas superiores, ya estaba a punto de morir cuando una muñeca con un vestido de seda blanco la salvó, y cuando por fin llegó a casa vio que todo había cambiado, que la casa estaba llena de riquezas que no servían para nada.

A la noche siguiente...

Martina tiró todas las riquezas al mar. Pensando que todo lo que había sucedido era por culpa de la "FORTUNA":

Que el que es rico, rico para siempre,

y el que es pobre, siempre lo será,

y quien quiera la fortuna, 

que la vaya a buscar.




¿ES DEMOCRÁTICO PODER DECIR LO QUE UNO PIENSA?


     ¡Somos tan tan libres de expresar cuanto queramos...! que nuestras palabras, ¡libres como el viento...!, pueden encadenarnos, o liberarnos; tal vez, importe más qué se pronuncie, que la "libertad"... 

  
La libertad de expresión es uno de los fundamentos de la Democracia; al igual que lo es respetar la de los demás y todo lo que eso incluye: su patrimonio, (no romper lo que no nos pertenece), su integridad física, (no tirar bengalas, no provocar lesiones irreparables)... Me planteo esta cuestión, aparentemente básica, leyendo las noticias de los últimos acontecimientos referidos a la defensa de la Democracia y la Libertad de Expresión ocurridos en estos días, a raíz del encarcelamiento del joven rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de cárcel por escribir varias canciones, (subidas a youtube), en las que: alaba los atentados de Grapo, ETA, Al Qaeda y otros grupos terroristas, a la par que pide que se atente, (atentado, de matar), contra el PP y PSOE entre otras lindezas...

Naturalmente yo no soy quién para prohibir expresar la opinión a nadie, y estoy en contra de su encarcelamiento, (si lo que se está juzgando realmente es su libertad de expresión, cosa que dudo...), entre otras cosas, porque me parece imposible que la opinión de este muchacho pueda influir hasta esos extremos, (aún tengo esperanzas en el ser humano); más bien creo que su figura sirve como excusa para que otros, (más poderosos), inicien sus guerras... El muchacho no ha matado, aunque aplaude a los que lo hacen, ni atentado contra nadie; al igual que tampoco lo han hecho los actuales representantes del PP o PSOE (al menos hasta que no se demuestre lo contrario), ni las fuerzas del orden que, bajo un sueldo no tan sustancioso, impidieron que los disturbios fueran a más. ETA y Al Qaeda, sin embargo, ¡sí mataron!, "pero debido a que vieron vulnerados sus derechos y su libertad de expresión", (nótese la ironía...); pero en sus inicios, seguro que empezaron "solo" tirando bengalas, destruyendo mobiliario urbano, y rompiendo escaparates; no distando mucho, (lo siento pero así es), de la actitud de los manifestantes a favor de la libertad de expresión del rapero de ideas cercanas al terrorismo. Y en ambos casos, ¡la bandera se izó a favor de la libertad de expresión...! 

La Democracia es el mejor sistema gubernamental conocido hasta el momento, el menos dañino; y no porque no pueda mejorarse, si no porque así se ha demostrado en el transcurso del tiempo. Ningún sistema ha defendido tanto la libertad individual y colectiva y ha sido menos agresivo con el ser humano, a pesar de no ser perfecto. No obstante, como todas las palabras, sin un contenido que la sustente y justifique, está vacía, no significa nada concreto. Y es que lo interesante de las palabras, y de los actos, son las ideas por las que se llevan a cabo; y no a la inversa... Y esta manifestación, (si se la puede llamar así), no solo reclama la Democracia atacando locales comerciales, incendiando coches y agrediendo a policías; si no que defiende las ideas de un señor que enaltece ideas terroristas e invita a liberar el odio. Es defender la libertad de expresión, sin duda; ¿pero son democráticas esas ideas y actitudes...? ¿se pronuncian en nombre de la Democracia...? Más bien del libertinaje. Dicho de otro modo (jeje), un bebé o un ciudadano de Corea del Norte, (que desconoce qué es la Democracia), si viven en un país democrático, tendrán derecho a expresar sus ideas; ¡¡pero no por eso se las podrá tomar como ejemplo de Democracia!!

  Entonces... ¿es democrático poder decir lo que uno piensa?, sí, lo es; y no es legítimo encerrar a una persona por enaltecer valores terroristas aún con todo lo que ello pueda conllevar, (como la falta de respeto hacia las víctimas), y menos si se hace desde un medio lúdico como es una canción con la que solo se desea entretener, (a personas jóvenes y hasta jovencitas...). Pero cierto tipo de ideas, ¡por mucha libertad de expresión que merezcan!, deberían ser criticadas y al menos verbalmente sancionadas, (desde nuestra libertad de expresión); pues van en contra de lo que defienden: la libertad de expresión dentro del marco democrático, que es la que realmente tiene mérito; la que impide que ésta se convierta, simple y llanamente, en libertinaje, y se eche a perder... Aunque por otra parte, no es de extrañar que los chavales estén cada día más liados sobre el verdadero significado de la ésta, teniendo en cuenta la casta política que nos gobierna.




JAVIER FERNÁNDEZ: ¡¡NUESTRO JAVI!!




  ¿Quién dijo que España va mal?, cuando hablamos de cómo va España solemos referirnos a políticos corruptos, a malas gestiones frente al Covid, a alcaldes inútiles... y nos olvidamos que la marca España también es referente de artistas como Javier Fernández. Esas personas que luchan por dignificar nuestro país y cultura, sea en el patinaje, en la escritura, o simplemente trabajando de forma honrada y esforzándose en conseguir resultados que nos enorgullezcan, y hagan del mundo un lugar más creativo y esperanzador. 

Javier Fernández, ya retirado de la alta competición y actual entrenador de incipientes figuras del patinaje artístico, es uno de sus máximos exponentes. Es impresionante todo lo que ha conseguido este muchacho de carita simpática en nuestro nombre: ¡nos ha elevado al podio del patinaje artístico!, a nosotros, el país del fútbol y la panceta, de escasa tradición en artes como el ballet (muy relacionado esta disciplina). Hasta su llegada, ningún patinador español había coronado la Medalla de Oro en toda la Historia del Patinaje Artístico Individual. Pero no solo eso... es que él no se conformó con 1 oro: ¡cuenta con 9 medallas doradas internacionales!, (y eso sin contar las nacionales...); ¡¡nos ha posicionado dentro del ranking de los mejores patinadores del Mundo!! Entre sus logros encontramos los títulos de: Campeón del Mundo en los años 2015 y 2016, Campeón de Europa consecutivo en los años 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019; Plata final del Grand Prix (2014, 2015), Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (2018), Bronce en el Campeonato del Mundo (2013, 2014), Bronce final Grand Prix 2011, y Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de 2018. ¡¡Es un crack!!, que además siempre habla desde la humildad, (y si no lo es da el pego), como si fuese un colega con el que puedes ir de cañeo o jugar a la PlayStation. 

https://es.wikipedia.org/wiki/Javier_Fern%C3%A1ndez_L%C3%B3pez


Esto también es España. La primera coreografía que envío no ha sido su máxima puntuación, pero es preciosa... y además muy patriótica: El Hombre de la Mancha; y bajo estas líneas uno de sus Oros, el que ganó en el Mundial de Boston en el año 2016. ¡¡A disfrutar!!






YOBANA CARRIL Y LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO


 Buenas tardes,

Mirando cosillas por Internet en mis horas muertas, me he encontrado con esta conferencia de la abogada Yobana Carril (bajo mi escrito y en versión web), donde se habla de lo que se denomina ideología de género, y me ha causado cierta curiosidad y, de hecho, me lleva a replantearme algunas cuestiones. En algunas cosas estoy bastante de acuerdo con ella, (aconsejo a quienes vayan predispuest@s a criticar que lean hasta el final, ¡aunque sea más largo que un día sin pan!, iré aclarando ideas...), en especial en lo que dice acerca de la Ley, que no debe legislar en función del género de las personas, si no en base a la naturaleza y categoría de los delitos, (aunque como ciudadana de a pie me cuesta creer que lo contrario ocurra...). Otra cosa es que determinadas faltas o discriminaciones se den más en un ámbito que en otro: por ejemplo, hay mayor precariedad laboral en el sector servicios que en informática y tecnología, de ahí que se intente mejorar las condiciones  laborales de ese sector, y por consiguiente del grupo humano afectado, otro ejemplo sería el mayor índice de baja escolarización entre la población gitana, (otro grupo concreto); y ciertamente la Ley no actúa por cuestiones de simpatía o favoritismo hacia estos grupos, (ni estigmatiza a todos sus componentes como "los débiles"); solo legisla acorde a su realidad social. Las leyes y normas se conforman para ayudar a colectivos o mejorar la sociabilización de una región o país, en función de los intereses políticos o necesidades sociales; ¡¡a los legisladores les trae al pairo cómo seamos, si débiles o fuertes!!, matutinos o vespertinos... todo eso pertenece al ámbito personal; ellos ni nos conocen, no les caemos bien. También estoy de acuerdo con ella en que no hay relación alguna entre potencia muscular e intelecto, y efectivamente como indica Yobana, hay excepciones en que la mujer es corporalmente más potente que el hombre (caso camarero espíritu de la golosina y mujer halterofílica); aunque no he alcanzado a entender de qué son ejemplo esas excepciones, (suelen ser rarezas, no ejemplos de)... Relacionar  fortaleza intelectual con capacidad muscular sería tan estúpido como que las mujeres nos sintiéramos superiores a los hombres por tener la capacidad de parir, y en pro de la igualdad nos convenciéramos, (y tratáramos de convencer), de que los hombres, si se lo proponen, ¡también pueden tener hijos!

Y por supuesto comparto con ella la idea de que estaría genial que llegara un día en que no hiciera falta hablar de personas asesinadas por sus parejas, (sean hombres o mujeres), y que no se hiciera necesario ajustar las leyes para proteger a las personas asesinadas por sus parejas,  padres o madres, así como sus daños colaterales. Lo ideal e igualitario sería que no oyéramos hablar de violencia de género (o por el género, sea femenino o masculino) si no de violencia intrafamiliar; y más ideal aún, directamente, que no tuviéramos que oír hablar de violencia...

No obstante, aún cuando se hablara de violencia intrafamiliar  o simplemente violencia, (puesto que las personas que carecen de núcleo familiar tampoco la merecen); al hablar de violencia familiar, ¿acaso se podría evitar relacionarla con las mujeres si en número las víctimas de este género supera al de los varones...? ¿No llegaríamos a establecer alguna conexión... siendo la mayoría de víctimas del mismo género allá no se pronunciara o no existiera el concepto violencia de género? Podría decirse entonces que la violencia intrafamiliar ataca especialmente a la mujer, y al referirnos a esos casos en concreto, donde es la mujer la agredida, podríamos decir más correctamente: violencia intrafamiliar hacia las mujeres, ¿no?, (véase el sarcasmo). Cuando algo resalta, especialmente si es para mal, es inevitable acotarlo más allá de aquello de "pero todos somos seres humanos y sufrimos". Si hay una plaga en El Congo de mosquitos tigre y hablamos de "la plaga que asola a los congoleños", a nadie se le ocurre pensar que eso puede ser ofensivo y discriminatorio por los atacados por mosquitos tigre en otras partes del mundo, (alguno perdido también habrá por España); ni cometemos la estupidez de catalogar a los congoleños de débiles por ser atacados por mosquitos tigre. No decimos "la plaga de mosquitos tigre que asola a los seres humanos que viven en el Congo", aunque por supuesto se puede decir, pero resulta cargante y farragoso. Por lo que, a no ser que se tenga algo en contra de las personas que sufren ese tipo de delitos (que en este caso son mujeres), será inevitable que se focalice donde hay mayor número de víctimas. Es decir si en una realidad social injusta el mayor número de víctimas son hombres, el foco de atención ha de ser hacia ellos, por desgracia... (puesto que no estamos hablando precisamente de alcanzar un premio). 

Asimismo, como los humanos somos inteligentes y tenemos tendencia a hacernos preguntas y a establecer respuestas, y, tal como muy bien informó Yobana: la mujer es tan capaz como el hombre; como sociedad hemos investigado sobre las causas y motivos de que todavía hoy se produzcan estos ataques cavernícolas por parte de algunos hombres; que por supuesto son solo una vergonzosa minoría que no hace más que ridiculizaros, (si yo fuera hombre me avergonzarían). Y la causa de semejante comportamiento bárbaro, impropio de los hombres inteligentes y buenos: es la incapacidad de resolver problemas de modo civilizado con sus compañeras; es más fácil recurrir a la violencia aprovechando una de las ventajas de su sexo: su superior fuerza física, (salvo hombres espíritus de la golosina y mujeres halterofílicas). Ante eso la mayoría de mujeres estamos en desventaja, (al igual que lo están ellos con respecto a nuestra capacidad de engendrar); por lo que supone un abuso externo hacia la mujer agredida y la Ley ha de tomar cartas en el asunto. 

En cuanto al tema de la custodia compartida me parece de lo más injusto que un padre no tenga las mismas posibilidades de convivir con su hijo que una madre, solo por ser hombre. Y en este caso sí estaríamos hablando de una discriminación machista o feminazi, (aunque no estoy de acuerdo con el término y se suele aplicar para insultar, como tal existe). Un hombre no puede ser discriminado por ser hombre en lo referente a sus hijos, tiene tanto derecho como la mujer a compartir la vivencias de sus vástagos. Asimismo, hemos tardado años... en darnos cuenta de que los padres merecen un permiso de paternidad tan extenso como el de las madres, ¡¡hasta este año 2021 no estaba equiparado!!, (por cierto creo que el feminismo ha jugado un papel bastante importante en favor de ambas casuísticas). Pero es una atrocidad que un maltratador o maltratadora tenga la custodia de los niños, (al menos no bajo una determinada vigilancia o contemplaciones), sea madre o padre; la seguridad de los niños no está sujeta, ni debe estarlo, a una cuestión de género, ni masculino ni femenino. Es un tema muy serio que ha de estar exento de cualquier guerra de sexos.

Y en lo que también estoy muy muy de acuerdo con Yobana, al 100%, es en que no se deben de olvidar otros delitos porque sean minoritarios, ni tolerar a personas que se aprovechan de las leyes haciéndose pasar por víctimas cuando no lo son. Eso me hace plantearme dos cuestiones fundamentales: 1 ¿qué tiene que ver la violencia de género, cuyo objetivo principal es proteger a las mujeres que están en una situación vulnerable, (aunque tenga cuestiones muy mejorables y que podrían someterse a revisión), con el orgullo y prepotencia de algunas mujeres locas que desean tener más derechos que los hombres?, ¿y con que otras causas dignas de denuncia, por desgracia, aún no se hayan pronunciado?; ¿hay mujeres locas dentro de ese movimiento?, seguro que sí, pero... ¿¿todas o casi todas...?? 2. Si estamos hablando de una minoría de locas o locos, (no discriminemos a los hombres que están en el frente de esta lucha), que solo ansían ponerse por encima de los hombres para llamar la atención; ¿para qué oscurecer y embrutecer un movimiento que ha salvado a miles de mujeres de la muerte por cuatro petardas, (y petardos)? En todos los sitios crecen higos chungos, como se dice; ¿o el feminismo, (y más concretamente el que se encarga de tareas tan humanitarias e importantes como salvar vidas), es una excepción y concentra todos los higos chungos del mundo...?

https://www.youtube.com/watch?v=lCQ-nblVSls&t=3s



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PARODIA BUENISMO






LA FALACIA DEL PENSAMIENTO POSITIVO

 
  A continuación os dejo un artículo del periódico EL PAÍS sobre este tema, me congratula tanto encontrar este tipo de escritos... estoy completamente de acuerdo con todo lo que dicen, tanto en el artículo que corto y pego como con los otros links que dejo más abajo. Por supuesto que debemos ser todo lo positivos que podamos, que el optimismo es el motor de la vida cura heridas y hasta puede fortalecer las defensas, (que no curar el cáncer o librarnos de caer enfermos), pero lo que aquí se expone como "pensamiento positivo", que por desgracia está bastante arraigado en nuestra sociedad, se refiere a dar por echo que las desgracias nos suceden porque no somos positivos; es decir, que las personas que están pasando por una mala temporada, (pérdida de empleo, pobreza, un divorcio...), son responsables de su tristeza y sus problemas. Es un tipo de pensamiento que, dejando de lado las intenciones (que pueden ser las mejores), nos conducen a juzgar a las personas que sienten tristeza, (o que pasan de negar su estado de ánimo), y a vivir una realidad ficticia y vacía, donde la alegría se limita a un papel social para que no nos juzguen de "negativos" y poco interesantes; una filosofía que mata la diversidad, las neuronas y  la personalidad. De todos los pensamientos y sentimientos se puede sacar una lectura positiva, aunque sean tristes; pero el pensamiento positivo solo tiene en cuenta el de los "felices", (o que se sienten felices por seguir a rajatabla estas cavilaciones que impiden liberarnos de nuestras tensiones),  independientemente de cuáles sean; ¿se imaginan lo interesante que puede llegar a ser el pensamiento de un racista happy...? Es un campo de cultivo fantástico para sembrar las bases para teorías supremacistas y todo tipo de injusticias; que nos harán más desgraciados cuando nos encontremos con problemas reales, de los que no se solucionan con cuatro palabrejas tontas del tipo "solo fluye con tu vida" "toma aire y respira" "solo mírate al espejo y repite: ¡soy espectacular!"; y que, para colmo, exculpa a la gente mala, o aquella que opinan que los "débiles" (o los que se encuentran en esa posición) son aprovechables, ya que, con semejante teoría, su situación es algo que se han buscado por no sentirse happy.

Por aquí lo dejo:



https://elpais.com/ccaa/2016/02/29/catalunya/1456761501_622793.html

https://psicopedia.org/wp-content/uploads/2016/02/Falacias_de_la_psicologia_positiva.pdf

http://rasgolatente.es/falsedades-pensamiento-positivo/

https://www.lavanguardia.com/magazine/20111216/54240220616/barbara-ehrenreich-escritora-periodista-sonrie-o-muere.html


Optimismo a cualquier precio

El principal peligro de la ideología de la felicidad es que olvida el impacto de las condiciones estructurales sobre el bienestar o malestar de la vida



Ser optimista es casi una obligación para la ciudadanía occidental del siglo XXI. Expectativa de éxito, pensamiento positivo y búsqueda a ultranza de la felicidad son algunos de los elementos que conforman un nuevo paradigma psicosocial que se está instalando entre nosotros. Su raíz no es autóctona, se trata probablemente de la más reciente manifestación de la colonización cultural norteamericana.
Cotidianamente nos llegan reclamos para asistir a cursos o conferencias sobre cómo lograr la felicidad, se nos insta a rechazar sentimientos como la tristeza, el desánimo o la duda y centrarnos en el llamado pensamiento positivo e incluso, en el colmo de la audacia, se llega a afirmar que el sufrimiento es una elección personal. Para alcanzar el bienestar, acuden en nuestra ayuda un alud de gurús de quienes no siempre conocemos los antecedentes científicos y académicos, una legión de libros de autoayuda que en diez pasos nos conducirán al Edén o al enriquecimiento económico e incluso, recientemente, aparece un nuevo puesto de trabajo en las organizaciones: responsable de la felicidad en la empresa.
La periodista Bárbara Ehrenreich denunció hace ya unos años las consecuencias negativas del hecho de hacer a las personas responsables únicas de sentirse bien, además de mostrar los enormes beneficios económicos que la nueva industria de la felicidad otorgaba a sus promotores. Posteriormente, rigurosos estudios desde la Psicología han mostrado que el optimismo, o tendencia a pensar que el futuro será positivo, tiene tanta racionalidad (o irracionalidad) como el pesimismo, y no siempre tiene un valor adaptativo y protector del bienestar, sino que, en ocasiones, puede provocar desajustes en la percepción de la realidad que conllevan consecuencias negativas. José César Perales ha sido uno de los científicos que ha descrito algunos de los peligros que pueden acechar al optimista, como “la ilusión de control” o la llamada “falacia de la planificación” al sobrevalorar sus posibilidades de éxito.
Sin embargo, el principal peligro de la ideología de la felicidad es el olvido clamoroso que supone de las condiciones socioeconómicas de la sociedad, de carácter estructural, y del impacto que tienen sobre el bienestar, o malestar, de las vidas humanas. La premisa del “si quieres, puedes”, tan atractiva a nuestros oídos, conduce a pensar que, si alguien no ha podido, es porque no se ha esforzado lo suficiente. En el mismo sentido, el mandato de no rendirse jamás puede ser una trampa que hipoteque el futuro de muchas personas. De este modo, las víctimas de una sociedad desigual e injusta son doblemente victimizadas y culpadas, además, de su propio sufrimiento. Una muestra de ello es la propuesta del gobierno británico de ofrecer terapia cognitiva a las personas en paro como forma de afrontar el desempleo, lo que ha provocado una fuerte polémica.
En un país como el nuestro con una tasa de paro del 20%, casi una tercera parte de familias en riesgo de pobreza, con desigualdades crecientes en educación, salud y servicios de todo tipo, ¿cómo puede atreverse alguien a afirmar que el sufrimiento se elige? Hace décadas que conocemos los estragos del paro y la precariedad en las vidas de las personas y, por supuesto, en su estado de ánimo: los análisis longitudinales realizados a personas que han perdido su puesto de trabajo en diversos países europeos han mostrado elevados niveles de ansiedad, trastornos del sueño, depresión, mayor posibilidad de adicciones, desmotivación y, sobre todo, una profunda desesperanza.
La tendencia a considerar que todo se basa en la libre elección tiene, por otra parte, otras consecuencias que también conocemos: la dejación de las administraciones en sus responsabilidades sociales y la disminución de políticas públicas que corrijan las desigualdades socioeconómicas que cada vez son mayores. Por otra parte, desincentiva la solidaridad y los movimientos colectivos y cooperativos al ser la persona y su trabajo interior la principal fórmula para alcanzar el éxito.
La filósofa ilustrada Mary Wallstonecraft decía, refiriéndose a las mujeres, que en ocasiones parecían más interesadas en sacar brillo a sus cadenas que en liberarse de ellas. Este pensamiento podría extenderse a nuestra sociedad cuando acepta de forma mayoritariamente acrítica modelos que no van a tratar de cambiar las condiciones estructurales de desigualdad sino, en todo caso, a perpetuarlas. Sabemos que la confusión intelectual interesada es el terreno donde mejor se abona la pasividad y la discriminación; tal vez valga la pena estar alerta.




"NO ERES LO QUE TIENES ERES LO QUE DAS"



  ¡Qué frase tan grande! ¡cuánta sabiduría encierra!; y cuánta dificultad... Porque, si no lo relacionamos con la entrega desinteresada de un amante a otro, (entendido por amante aquí a todo tipo de amores, entre padres e hijos, amigos etc), si la aplicamos como filosofía de vida más allá de  los buenos momentos; es realmente trabajosa... pero también compensatoria, si no se desvirtúa el concepto. Y es que, ¿qué es realmente dar?, ¿ayudar a un minusválido?, ¿cooperar en labores comunitarias?; son solo formas de dar que, además, suelen exigir un alto grado de bondad, (real o autoinducida), o estar tan pletórico de tu vida que necesitas dar amor a diestro y siniestro; no sirven como filosofía general en la que cualquiera se puede reflejar. Dar es más que eso y, al mismo tiempo, nos puede conducir a ese estado idílico de generosidad.  Es la única mentalidad que te sitúa en el presente y te proyecta en el futuro, la que te acerca a tus metas y la que siempre te incluye de forma activa en el mundo. Puesto que aquella que se guía por el "tener" se estanca en el presente, en lo pasivo y arrebatable: tengo una casita en el Caribe, muchos amigos y un perro; ¿y si se produce un tsunami que lo arrasa todo?, ¿qué tienes...?; y la que se guía por la espera, en un futuro pasivo que depende de la aprobación de los demás. Claro está que absolutamente nadie, (al menos terrenal), puede vivir siempre en el "dar" sin el "tener" o el "esperar",  a no ser que esté drogado o sea carne de una secta happy flower; pero sí es posible como creencia principal, y además cuando das también recibes (y por consiguiente tienes), y no por aquella idealización infantiloide (aunque tan bonita...) de que recibes lo que das; si no por el significado de la acción en sí.

Cuando crees que de forma natural das, también crees que los demás lo hacen, independientemente de que te guste lo que te ofrecen, por lo que es más sencillo saber a quién quieres a tu lado y quién es prescindible; por ejemplo, si conoces a un hombre/mujer que encaja en tu prototipo, (en lo que deberías "tener"), pero a ti no te da lo que crees que puede ofrecer, entonces te importará menos y perderá tu interés, y del mismo modo ocurre en la versión contraria; cuando conoces a alguien que en principio no encaja con tu esquema mental pero te aporta cosas que te hacen considerarle de otro modo. Y por supuesto eso no quita que tengas momentos apáticos, donde lo que menos deseas es darte al mundo, (como ya dije solo con speed u otras sustancias se consigue el efecto imperecedero), pero si vives en la filosofía del "dar" te sentirás menos paria, puesto que no te centrarás en lo que no tienes, ("tener"), ni te perpetuarás en la queja eterna a la espera de salvación, ("esperar"): más bien serás alguien que decide tomarse un retiro espiritual (jeje). Y, si eres avispado, te darás cuenta de que sigues dando: enseñas a los que te rodean que hay que ser fiel a uno mismo y no ir contra tu naturaleza, informas (de forma indirecta) que lo que actualmente tienes no te motiva lo suficiente, das la oportunidad de que hagan otros planes... Lo más complicado en todo esto a mi modo de ver es saber qué deseas dar, (tampoco iba a ser todo una ganga jaja), qué puedes dar, para qué y a quién/es; pero, al ser un ser que de forma natural aporta valor al mundo... ¡ya darás con la solución! (jejeje). Porque dar a los demás significa que antes tienes que darte a ti mismo, va implícito en el proceso mental; y aunque no es bonito decirlo, es la parte del pastel que más debemos valorar.




SUICIDIO Y DEPRESIÓN


  ¿Depresión y tristeza profunda es lo mismo?, ¿en qué momento empieza lo uno y termina lo otro...?, me hago esta pregunta mientras me reprocho por qué me la hago, sintiéndome algo miserable por este planteamiento psiquiatrizado hoy, día en que me he enterado del suicidio de un conocido por motivos desconocidos, lo único que se sabía es que estaba deprimido; ¿y qué es eso en realidad...? Esa persona ya no existe y tuvo que pensar en algo o haber un motivo/s de peso para llegar a ese extremo, pero nadie de los que yo he hablado lo sabe con exactitud; solo que empezó a estar deprimido, a callar lo que le ocurría (nadie lo hace si no se siente incomprendido)... hasta que no pudo más. Y esa es la realidad y no otra, por mucho que se conozca sobre esta enfermedad y los procesos mentales que la provocan; porque, aunque tenga una base fisiológica, seguimos teniendo pensamiento al igual que un corazón con un bypass sigue "sintiendo" (válgase la cursilada). Asociar la tristeza profunda con una enfermedad simplifica y legitima dicho padecer, pero también lo deshumaniza y es un modo de desvincularlo de la sociedad y responsabilizar solo a los médicos y al "enfermo". Y es que no podemos hacer nada por curar el cáncer, ni podemos convertirnos en pastillas para paliar la tos; ¿pero no podemos hacer nada por mitigar el dolor de un deprimido...? La depresión tiene motivos que podemos comprender o no, pero que allí están, no son fisiológicos, no son un conjunto de células encerradas en una probeta; en todo caso el proceso por el que llegamos a él, no las ideas en sí. El médico puede ayudar, pero no es uno de los agentes que la ha provocado, no es la única solución, dejando a parte que la ayuda del psicólogo o psiquiatra, (y suponiendo que sea de ayuda), es modificar el modo de pensar del deprimido para que se adapte a una realidad más conveniente; es decir, es el deprimido el que tiene que hacer el enorme esfuerzo que supone eso, (si lo es estando medianamente "sano" ni lo quiero imaginar "enfermo"), con depresión incluida. 

Y por supuesto no lo digo como crítica hacia nadie, (en todo caso a mí misma por haberme planteado dudas sobre palabrerías psiquiátricas ante un echo tan terrible), ni eximo al deprimido de responsabilizarse de su vida, (si es que ese término es el correcto), sino como modo de análisis de una realidad que existe, y que se podría mejorar. Vivimos en un sistema donde importa más las razones y motivos del padecimiento que el dolor en sí, incluso puede para algun@s estas palabras suenen a discurso ramplón de colegio de monjas, acostumbrados como estamos a necesitar razonamientos  enrevesados y pomposos para justificar y comprender nuestro padecimiento y el de otros. Sin darnos cuentas de que la búsqueda de esos motivos "de peso" que justifiquen un acto tan duro como el suicidio es, en sí misma, una aberración; ya no solo porque es un modo de hacer crítica de un acto cuya crudeza solo debiera sobrecogernos, si no porque raya lo absurdo. Puesto que a nadie le afecta del mismo modo un mismo hecho, una misma realidad, (si es que existen realidades idénticas en personas distintas), existen demasiados factores subjetivos que de sobra conocemos, (la personalidad, la educación, ideas, las vivencias anteriores, el entorno...).



¿Falta de humanidad...?, es estúpido pensar que una sociedad es mala o inhumana, ¡por supuesto que no!, y existen personas con un alto grado de compromiso social, sobre las que me inspiro yo para escribir estas letras y sobre las que haré el esfuerzo de inspirarme más a partir de ahora. Y tampoco son necesariamente malvados los que mantienen posturas del tipo "los suicidas son personas cobardes", ni ideas como las que he leído en algún periódico serio sobre el efecto rebote de publicar noticias sobre la tasa de suicidios en España, (primera muerte externa del país), por aquello de que se ponga de moda o algo así, (sin lugar a dudas este tipo de personas lo que necesitan es un buen revisionado de cabeza, ¿cómo se puede comparar un acto tan duro con una moda...?). Lo que falla es la filosofía y cómo se interpreta; hoy en día aún estamos muy influenciados por Nietzsche, un personaje de ideas sobresalientes y un pensador que abrió las puertas a grandes inventos y propuestas en la Era Contemporánea y en la actualidad (leer "El ABC de la felicidad"), pero que si se interpreta de un modo tajante y demasiado entusiasta puede dar lugar a grandes aberraciones, como los pensamientos supremacistas. Un superhombre debiera ser alguien que, además de confiar en sus medios, también confiara en los demás; no en el sentido de dar las llaves de casa a un desconocido porque todos somos muy buenos, si no en creer que los otros tienen su propio modo de interpretar la realidad y de asimilarla; sin sentir nuestro mundo amenazado ante la posibilidad de que lo que le ha ocurrido a otra persona que, en apariencia, tenía lo mismo que yo o de lo que yo podría tener, tenga que sucederme a mí si me pongo en su piel.

Las desgracias existen y nadie está exento de ellas por mucho que nos amemos o por muchas teorías mentales que tengamos en la cabeza, y esto no debería desalentarnos sino motivarnos a apreciar más lo que tenemos los que no estamos en esa tesitura, en parte, por suerte. Porque al igual que la vida nos puede llevar a planteamientos como ése, también nos puede regalar grandes alegrías y hacernos sentir pletóricos de emoción. Solo nos queda agradecer y mirar más allá de nuestros miedos y tal vez con eso hagamos que, en parte, el destino vire a nuestro favor, y podamos ver las desgracias de otros de un modo más objetivo, sin que nos afecten de un modo amenazador. Para que, de poner en duda nuestra ideología, no pongan en duda nuestra personalidad. 




ECOS DE ÁFRICA YOUSSOU N`DOUR


YOUSSOU N`DOUR "WITHOUT A SMILE"



YOUSSOU N`DOUR "TOURISTA"